Todos quieren hacer cupcakes

Emprendedores han visto el potencial de los cupcakes, cada uno ofrece un plus desde nuevos sabores hasta decoraciones exquisitas

Paloma López

El negocio de los pastelitos (cupcakes) está de moda. Fue la serie neoyorquina, Sex and The City,donde la protagonista Carrie Bradshaw, encarnada por la actriz Sarah Jessica Parker, la que convirtió los pasteles de sabores del tamaño de una taza de té con decoración artesanal, en un negocio para tres emprendedores que trajeron el postre a México.

La Cupcakería inició operaciones el pasado 2 de febrero con una pequeña tienda en la calle de Génova, en la colonia Juárez de la Ciudad de México. Hoy ya tiene siete sucursales. Cada franquicia tiene un costo de 495 mil pesos.

La empresa la formaron José Martín, Concepción Valdez y su hermano Uriel, quienes tras un viaje a Estados Unidos en el que vieron que la gente hacía largas filas para comprar un cupcake, decidieron traer el concepto a la Ciudad de México.

“Vivíamos en Torreón, Coahuila. En octubre del año pasado dejé mi trabajo como profesora de inglés e inicié con mi hermano el negocio”, dijo Valdez.

La emprendedora agregó que hoy en día la empresa ya produce cerca de mil 600 cupcakes diarios aderezados con el sabor de frutos exóticos, los cuales asegura, han  tenido aceptación.

No se quedan atrás

Las hermanas Clara y Adriana Albuquerque no se quedaron atrás. Después de vivir seis años en Nueva York y ver el éxito que tenía el postre decidieron iniciar el negocio.

Llamaron a Bárbara Pinto, una amiga que residía en Portugal y fundaron Merry Cupcakes el año pasado en Lisboa. El 15 de marzo de este año aterrizaron en la Ciudad de México en el Centro Comercial Antara.

Estas socias decidieron innovar ofreciendo a sus clientes cupcakes de champagne combinados con fresas. Así comenzó la batalla de los pastelitos.

La Cupcakería ya planea nuevos sabores: arándano, mandarina, mora azul, plátano, entre otros, a un precio de 30 pesos.

Mientras, Merry Cupcakes hace pasteles para bodas y eventos.

“Nos estamos posicionando. Nuestra estrategia es darle a la mujer moderna e independiente un momento de placer.

Buscamos un pequeño lujo para la mujer sofisticada, es por eso que abrimos nuestra primera sucursal en Antara”, dijo Clara Albuquerque.

Cada una de las empresas está asesorada por chefs, agentes de estudio de mercado y estrategas.

La guerra no termina ahí. Existen tiendas de cupcakes rodantes. Paulina Escoto aprendió a hacer pasteles en un fin de semana en la cocina de su mamá. Comenzó a decorarlos y a venderlos vía web. Su empresa se llama Cupcake and Coffe Stop.

Fuente: http://excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=dinero&cat=13&id_nota=775544